Evoca el júbilo y melancolía que deja el paso de Puskilay (Momo calchaquí) por los cerros del noroeste. Canciones chayanas, vidalas, y “cacharpayas” despiden la fiesta con redoble de cajas. Se agrega el “topamiento” o fiesta del “Tincunaco” que culmina con bailes regionales (zamba, bailecito, gato y malambo). Son sus partes:
Prólogo musical.
Chaya coral:
“Carnaval alegre
Ay, Vidalita triste de mí;
yo lloro la ausencia
del bien que perdí...
De aquel cerro verde
caen las neblinas
de tus lindos ojos, Ay, Vidalita,
aguas cristalinas...”
El algarrobal.
Topamiento de las comadres: La anciana india colla canta:
“Yo canto porque estoy triste
que es mi modo de cantar...”
Zamba, gato, chacarera y vidalita chayera, con papel “huairiros”, para jugar al Carnaval.
Final: Una vez retirada la Chaya y quemado el muñeco que presidió la fiesta se oyen voces seculares, engarzadas en una orquesta de cámara. |