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Música y Educación

de Ana Lucía Frega

Miembro de Número de la Academia Nacional de Educación

El canto en la escuela

por Ana Lucía Frega  

La Nación, Lunes 16 de julio de 1979, Educación musical

Se ha dicho, más de una vez, que el canto une. Que quien tiene limpia el alma y puros los ojos y canta, nunca traicionará. Que el canto es gesto de amor ya que es un ir hacia y con los otros. Nuestro pueblo es cantor, aunque suela afirmarse lo contrario. El rico caudal de nuestra tradición musical así lo demuestra. El cancionero de Cuyo, Noroeste, Nordeste y la zona pampeana permite comprobar una variada gama de temas y un interesante muestrario rítmico.
Sin embargo, los argentinos somos tímidos cuando se trata de cantar, espontáneamente, en grupo. Quizás debemos retomar el tema, enfocándolo desde una perspectiva educativa.
Ese pueblo, que era cantor, fue abandonando progresivamente, por vías de la organización de nuestro sistema educativo, un repertorio enfocado con criterios artísticos muchas veces alejados de las posibilidades técnico-vocales de los alumnos. No fue más la simple baguala, a una sola voz, la que concentró la atención, sino la tarea polifónica, ambiciosa y reservada a algunos, entre todos.
Los grandes maestros, buenos músicos, intuitivos docentes, supieron concentrar estos logros conservando el entusiasmo de los alumnos. Pero otros, menos dotados pedagógicamente, con menos recursos musicales, acuciados además por demandas de conducción que confundieron la presencia de una cátedra de música en la escuela, con la cátedra de preparación de coros y fiestas, fueron definiendo una situación educativa que, a la larga, prueba haber sido perniciosa.
Una sana recuperación se ha ido operando, sin embargo. Se está intentando volver al canto natural y alegre, cuidadoso técnicamente, que contiene una actitud de placer en la participación vocal de conjunto. Sobre esta base general, naturalmente tendrá una deseada ubicación el coro de voces seleccionadas, que funcionará en horario especial, con aquellos que pueden y desean actuar, en busca de la satisfacción del yo en el hacer del nosotros.
Cantar es una de las maneras básicas de la expresión musical. Debe estar continuamente presente en la escuela, especialmente en la primaria. Generará otros haceres musicales concomitantes, como el acompañamiento instrumental o el movimiento expresivo.
Cantar debería ser una presencia constante en la escuela, cuando haya motivo valedero para cultivarlo. No sólo en la "hora de música". Quizás, así, logre el sistema educativo actual ir reemplazando esas comunes expresiones: "me gusta cantar pero... no tengo voz". Hay indudablemente, un porcentaje de gente inhibida de cantar por serios problemas auditivos o de fonación. Pero no es un porcentaje demasiado significativo.
Cantemos, pues. En el hogar y en la escuela. Con sencillez y buen gusto, en busca de esa alegría que procura todo hacer musical cuando se realiza con la música adentro y desde adentro de la música.

 

 

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Fecha de lanzamiento 1-02-2001
Responsable: Ana María Mondolo