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Arte y Tecnología

Ana María Mondolo

Magister en Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educaciónle (Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Alicante y Universidad Carlos III de Madrid, España)

Transversalidad Tecnológica y Educación Musical

por Diana Fernández Calvo

Introducción
Nos encontramos, en la última década del siglo XX y en los comienzos del siglo XXI, frente a una nueva propuesta educativa en la enseñanza de la música.
Sabemos que los conocimientos a trasmitir no pueden alejarse enormemente de lo que, en definitiva conocemos como quehacer musical.  La música es la misma. Entonces, ¿qué ha cambiado en estas propuestas de transmisión y formación?
Son varios los aspectos a tener en cuenta, pero uno de los principales es la enorme incidencia de la revolución tecnológica en el mundo del sonido.
La tecnología, en todas sus formas, es una realidad del mundo de hoy.
Si analizamos los aspectos que la incluyen dentro de la enseñanza de la música, no podemos ignorar, como docentes de música, los contenidos que hacen a un manejo “tecnológico actualizado”; algunos  ejemplos : 

  • la cualidad acústica de un recinto,
  • la nueva tecnología digital ( órganos, sintetizadores, samplers,  la grabación analógica y digital del sonido),
  • las agrupaciones instrumentales que utilizan instrumentos eléctricos, electrónicos, electroacústicos, experimentales,
  • las agrupaciones mixtas  (instrumentos aborígenes, electrónicos y  mecánicos),
  • la realización de bandas sonoras con diferentes usos (para una representación dramática, para acompañamiento de expresión corporal, para un trabajo de muestra de cualquiera de las disciplinas escolares),
  • la inclusión de bandas de sonido para la realización de un video u otros medios visuales, 
  • los avances técnicos, comunicativos y creativos puestos al servicio del conocimiento, de la sensibilización estética,
  • el momento histórico y los recursos materiales humanos, económicos y técnicos que lo caracterizan,
  • el reconocimiento e investigación de las producciones artísticas y la tecnología de la información.

(Ref. Bibliográfica [1] ).

Estos conocimientos son parte de una realidad de este siglo y, por lo tanto, una exigencia de inserción en el mundo creativo que nos toca vivir. El docente no puede ignorarlos porque tiene que transmitirlos, dado que hoy forman parte de los contenidos de la materia. 
En los Contenidos Básicos Comunes se explicita: “La informática y demás tecnologías no reemplazan a los sistemas artísticos ni se limitan a facilitarlos: aumentan la gama de facultades expresivas y perceptivas del creador y de los espectadores. El video, la fotoduplicación, la computación, los sintetizadores amplían el horizonte del arte hasta límites ignorados, no sólo porque el avance técno-científico es continuo, sino también porque permite involucrar a más personas.”  (Ref. Bibliográfica [1])

Transversalidad Tecnológica y Educación Musical
Podemos preguntarnos cuáles son los aspectos  innovadores de esta tecnología y por qué no  hablamos en este libro  sólo de  “nuevos medios” sino de una “transversalidad” en el enfoque de procesamiento de los contenidos musicales, tanto tradicionales como experimentales
Los puntos a analizar son los siguientes:

  1. ¿En qué medida se beneficia la enseñanza de la música con una transversalidad tecnológica en lo informático? 
  2. ¿Cuáles son los aportes de dicha tecnología que no pueden ser dados por otros medios de transmisión?

En este punto cabría adelantar una definición de transversalidad. Podríamos decir que transversalidad  es todo aquello que tiene un carácter interdisciplinario y que por lo tanto puede ser disparado desde cualquier área, que corresponde a contenidos o problemáticas que son de interés social y que  tiene que ver con la realidad y su arraigo cultural.
La tecnología de la informática está intrínsecamente relacionada con todos los aspectos del conocimiento humano: música, artes plásticas, literatura, matemática, ciencias sociales y naturales, deportes, periodismo, cine, televisión, etc. Todos estos aspectos se relacionan y se comunican entre sí gracias a esta tecnología; por lo tanto, los proyectos de aula pueden ser disparados desde cualquier área y englobarlas a todas. Todas estas características  convierten a dicha tecnología en una posible  transversalidad. “La universalidad del impacto de la tecnología sobre todos los aspectos de la vida de hoy hace que la cultura sea cada vez más dependiente del funcionamiento de aparatos y sistemas”. (Referencia Bibliográfica [1])
La estructura de los proyectos y talleres que involucran lo interdisciplinario   (tan necesarios en el EGB III y el Polimodal)  y  la interrelación entre bloques de contenidos son fácilmente implementados y enriquecidos por lo tecnológico que permite que la citada transversalidad se aplique en todas las áreas de una manera creativa y personal.
Con respecto al proyecto tecnológico podemos citar lo que dicen los Contenidos Básicos Comunes: “El proyecto tecnológico tiene los siguientes rasgos positivos: Existe en todas las ramas de la tecnología así como en otras profesiones. Tiene núcleos conceptuales, etapas, procedimientos y herramientas propios. Es ejemplificable y practicable desde temprana edad y constituye un vehículo instrumental para presentar la problemática de la tecnología en la realidad, áreas de demanda, áreas de conocimiento”. 
Por otra parte,  hoy se nos pide una actualización constante y un enseñar a “aprender a aprender”,  lo que implica una apertura permanente a la información, un espíritu abierto a la investigación y creación y, lo que es aún más importante, un procesamiento constante de todo lo que recibimos con espíritu crítico y constructivo
En los nuevos CBC existe  una propuesta de aprendizaje diferente en cuanto implica el “aprendizaje significativo”,    la utilización de “procedimientos” de organización de contenidos y de planificación,   la actualización permanente -tanto en la disciplina en sí misma como en el quehacer pedagógico-,  la necesidad de adquisición de “contenidos procedimentales”,  la formación para la constante creatividad y elasticidad en la interrelación de los contenidos, procedimientos y actitudes, la especialización en las edades y sus “paisajes” significativos y todo lo que esto implica en función de centros de motivación.
A los músicos formados en una estructura tradicional de enseñanza, a veces con años de práctica docente basada en la misma, suele asustarles la idea de enfrentar un mundo nuevo y desconocido, aún cuando estén convencidos de la necesidad y utilidad de estos conocimientos.
El panorama no es tan complejo y éste es el objetivo de este libro, acercar al aula la experiencia práctica en la utilización de la tecnología de la informática en música y utilizar la misma como disparadora de proyectos abarcativos
A partir de todo lo expuesto, es una obligación que nos  preguntemos:
¿Es la tecnología digital una realidad de la música de hoy y, por lo tanto, una necesidad en la práctica de la Educación Musical?

Un  poco de historia
Desde el año 1983, cuando nació el MIDI, los programadores de computación comenzaron a trabajar en las posibilidades de integrar una computadora personal con un sistema musical. La integración de una computadora en un sistema MIDI, hoy, ya no representa una novedad, es casi una costumbre. 
El papel que ejerce en el sistema es el de central de control y,  a través suyo, se puede enviar, procesar, filtrar, memorizar y redistribuir los datos transmitidos por las diversas unidades con las que están conectadas.  Suele utilizarse  en las salas de grabación como unidad general de control de todo el sistema de producción de audio. 
Las aplicaciones de una computadora  en el campo musical  son innumerables. Todas las marcas de  computadoras en el mercado  pueden ofrecer al usuario  programas de música de alta calidad capaces de satisfacer las necesidades del  músico popular, el docente de música, el estudiante profesional o diletante, el arreglador u orquestador,  el compositor,  el cantante o instrumentista de cámara o el investigador de laboratorio electroacústico.
Poseer un Estudio MIDI -o tener acceso  al uso de uno- significa para el músico tener a su disposición sistemas de alta tecnología del sonido con los cuales puede realizar casi todo lo que desea. La computadora logra desempeñar tantos papeles que es útil en cualquier aspecto de la producción musical. Hoy en día-  es posible técnicamente tener en la clase de música un  estudio musical.
Ya en 1989,  Ana Lucía Frega, Collin Wells, Anthony Kemp y Nora de Uría  asentaban, en su libro “Educación Musical y Computación” (Referencia Bibliográfica 4), una de las conclusiones del Primer  Congreso Mundial de Informática y Educación, realizado por la UNESCO en París.   Allí puede leerse:  “Los países que quieran avanzar en la informática escolar deberán hacer un gran esfuerzo en la formación de recursos humanos y en el desarrollo de software educativo”. En este libro, el profesor Collin Wells  clarifica los usos y posibilidades de la computadora en la educación musical,  haciendo énfasis en tres actividades: escuchar, componer e interpretar ; el doctor Anthony Kemp -a su turno- ejemplifica las nuevas corrientes de desarrollo en el curriculum de música, a través del uso de la microtecnología. Es de destacar -por otra parte- el interesante trabajo de pionera que le cupo en este ámbito a la doctora  Ana Lucía Frega, al frente del proyecto pedagógico musical de la Escuela Argentina Modelo, al implementar, por primera vez en nuestro país, la computación en el campo de la educación musical.  Son realmente notables las experiencias electroacústicas que ha realizado la Dra. Frega con adolescentes y niños de la escuela; estas experiencias fueron expuestas en el XVIII Congreso de la Sociedad Internacional de Educación Musical realizado en Camberra (Australia) sobre software educativo musical.
Desde esa época hasta hoy, han pasado años de evolución tecnológica, pero el camino aún no está concluido en ningún lugar del mundo.
Para poder explicar mejor cuál es el sustento de nuestras convicciones recurriremos a las siguientes cuestiones

¿Cuáles son los aportes de la tecnología MIDI que no pueden ser dados por otros medios de transmisión?
Citaremos como detonantes de nuestra respuesta algunos fragmentos de una ponencia internacional, de la cual es autora la Dra. Ana Lucía Frega 

A.- Con respecto a la problemática de la música como conflicto cognitivo, dice la Dra. Frega:   “La evolución de la música depende en parte del crecimiento en complejidad y de la intervención de la imprenta aplicada a signos musicales, lo cual  produce dos fenómenos: 

    1. La homologación de las grafías,
    2. La posibilidad del compositor de plasmar su idea en el espacio escrito, y viéndola, conservándola y fijándola en el tiempo,  especular y elaborar hipótesis, trabajando variables de cambio.”  (Ref. bibliográfica [2])
  1. Con respecto al punto a), anteriormente citado, comprobamos que la tecnología de la computación aplicada a la música introduce criterios matemáticos de codificar signografía musical (valores de matemática binaria utilizados en la programación) diferentes a los códigos tradicionales de pautación o signografía musical; por lo tanto, plantea desafíos, en este sentido, novedosos.
  2. Siguiendo con el análisis del punto a), encontramos los siguientes puntos llamativos en la homologación de grafías siguiendo este panorama:
    1. Los avances gráficos en los terrenos de hiperinstrumentos
    2. Las grafías analógicas personales de cada compositor, derivadas de la elaboración de diferentes corrientes de composición no tonal c
    3. La convivencia histórica de sistemas  antecesores de nuestra notación occidental, tales como  tablaturas utilizadas en los métodos didácticos de enseñanza de instrumentos de cuerdas y  notación alfabética en los cifrados americanos
    4. Los aportes personales de pedagogos musicales en los métodos didácticos,  e) las “grafías” de computación para la grabación digital y la sincronización en tiempo real con imágenes móviles (macromedia)  (Ref. Bibliográfica [3])
  1. Resulta también enormemente significativo el análisis del punto b). Aquí encontramos el siguiente desafío: Es una problemática histórica futura el saber cuán extensas van a ser las especulaciones de un compositor actual, si  ya no dispone sólo de un papel para fijar  la escritura  sino que tiene  un pentagrama “vivo” que le permite modificar  tempo, altura, duración, pegar secuencias nuevas,  probar instrumentaciones y armonizaciones...  Es decir, escribir mientras escucha y escuchar mientras escribe... (Ref. Bibliográfica  [2])

B.- Continúa la Dra. Ana Lucía Frega en la ponencia citada : “Ya no se puede preparar para “un estilo” o “un idioma musical”, ya que la “forma de enseñar” se ve invadida por la vertiente tecnológica  en la grabación, en el interactivo CD y en la posibilidad de un “cerebro procesador” llamado computadora, dotado de software de sofisticación cada vez mayor que va a permitir “acelerar procesos” que antes demandaban horas reales de trabajo (como el trabajo tedioso de la transcripción, copistas manuales, transporte de partes o particellas modificaciones de partituras, etc).  Todo esto va a permitir acumular mayores cantidades de información.” (Ref. bibliográfica  [2])
Con respecto a esta  “aceleración de procesos” de acumulación e inmediatez en la información, encontramos que: 

  1. Una biblioteca musical tradicional puede, ahora, guardarse en un diskette, con la ventaja de ser información constantemente editable y procesable. Ello posibilita, así mismo,  una comunicación mundial  (vía Internet), de tal modo que, hoy, en clase,  podemos tener una partitura de cualquier época o lugar del mundo.
  2. La agilización de la información requerida permitirá un intercambio real, dinámico y provechoso, en cualquier investigación o cambio de información musical.
  3. Las conferencias en realidad virtual o los ensayos o conciertos, utilizando este sistema, abren un panorama de formación, para los jóvenes instrumentistas, que hasta ahora no estaba contemplad

C.- El uso consciente y creativo (y, por lo tanto, especulativo en lo intelectual-musical-didáctico), a cargo de músicos docentes especializados de toda la información tecnológica detallada, hará bajar hasta el alumnado de la formación básica una vivencia crítica de lo utilizado por estos medios.  En la medida en que se manejan los trucos tecnológicos, se puede separar lo  “impactante” de lo estéticamente bueno; o sea, evaluar la verdadera riqueza del proceso original creativo. Esto es indispensable para el nuevo educador musical.

D.- Citamos nuevamente a la Dra. Ana Lucía Frega: “Epistemológicamente la música plantea un problema particular: se desarrolla a lo largo del tiempo. ¿Cómo se construye entonces el sentido de tema? El sentido de tema, el sentido de "idea musical", se construye solamente en la mente del sujeto cuando en la audición consigue ordenar -interrelacionándolos- los distintos elementos de un discurso en un todo significativo.” (Ref. Bibliográfica  [2])
Las posibilidades que brinda la nueva tecnología musical resultan verdaderamente revolucionarias  por las siguientes características:

  1. Hay programas que manipulan la onda sonora, permitiendo ver en pantalla y oír todos los parámetros del sonido. Este proceso, que era antes sólo controlado con un osciloscopio y sólo asequible para un laboratorio acústico sofisticado,  puede hacerse presente hoy  en el aula.
  2. Hay programas, con escritura musical tradicional, que permiten escuchar línea por línea cada instrumento, unir las voces de a una por características de orquestación, programas que  permiten seleccionar los diferentes temas de una obra y escucharlos la cantidad de veces que sea necesaria, cambiándole, si se desea, el timbre o el tiempo metronómico, mientras se ve simultáneamente en pantalla la partitura correspondiente. Este mecanismo es impensable con una grabación tradicional.  Se puede modificar la velocidad de la obra alterando, por lo tanto, el “carácter”, para entender el porqué del tempo elegido por el compositor, o cambiar la instrumentación para poder enseñar el sentido de un  equilibrio instrumental. En pocas palabras: se puede analizar, escuchando y manipulando la obra. Teniendo en cuenta estas consideraciones, resulta muy interesante la ventaja de la inclusión de la computadora en el análisis auditivo y formal. 

E.- En la ponencia anteriormente citada, nos dice la Dra. Ana Lucía  Frega: “También los estilos, es decir, los "idiomas" son un tema de desafío cognitivo.  ¿Por qué la juventud prefiere a Los Beatles?, ¿por qué la juventud podría rechazar una obra de Bach?, ¿qué es lo que se plantea como desafío perceptivo y como desafío cognitivo?...” (Ref. Bibliográfica  [2])

Una de las  características de la música popular que la juventud prefiere  (“paisaje de la edad”) es la amplificación de los instrumentos vía eléctrica (instrumentos eléctricos) y la inclusión de instrumentos no acústicos productores de sonidos (instrumentos electroacústicos).  Si a esto se le suma el proceso que este tipo de música realiza en vivo y en estudio, a través de consolas, parlantes, ecualizadores, efectos en red con sincronización de luces y video, etc.  surge un lenguaje musical tecnológicamente propio. Pero si se analiza desde el punto de vista de las técnicas  de la armonización y la composición, nos vamos a encontrar con recursos compositivos ya utilizados por Bach.
Cabría la pregunta: ¿no sería útil despojar a esta música de su entorno electrónico para descubrir la esencia armónica, estructural, contrapuntística? o, en su defecto, ¿no sería interesante utilizar los recursos de amplificación y tratamiento tecnológico en Bach o en Mozart, para comprender qué recursos tecnológicos modifican la percepción final...?
De todo lo expuesto, podemos concluir:

  1. El estudio del panorama musical, durante este siglo, nos permite afirmar que la tecnología eléctrica, electrónica, electroacústica-digital y el uso de las computadoras son hechos instalados en la sociedad y demandados como “saberes” necesarios. Toda esta tecnología está intrínsecamente relacionada con todos los aspectos del conocimiento humano: música, artes plásticas, literatura, matemática, ciencias sociales y naturales, deportes, periodismo, cine, televisión, etc. Todos estos aspectos se relacionan y se comunican entre sí, gracias a esta tecnología; por lo tanto, los proyectos pueden ser disparados desde cualquier área y englobarlas a todas. Todas estas características  convierten a dicha tecnología en una transversalidad.
  2. Se han citado ejemplos concretos de algunos procesos factibles con el manejo de dicha tecnología, que no pueden ser realizados por otros medios musicales tradicionales.

[1] Contenidos Básicos Comunes (1995) para la Educación General Básica, CBC para la Educación Artística, Educación Musical, Bloques 1 al 6, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, Consejo Federal de Cultura y Educación, República Argentina,1995.

[2] FREGA,Ana Lucía .La música como conflicto cognitivo  II Jornadas de investigación en Psicodidáctica Bilbao -Noviembre 19950 Universidad del País Vasco- España.

[3]  FERNANDEZ CALVO, Diana.  Las grafías analógicas de Edgard Willems, Murray Schafer, John Paynter  y  Maurice Martenot. Fundamentación paleográfica. Ponencia seleccionada para el   I Seminario Sudamericano de Investigación, Santiago de Chile,  septiembre de 1996.

 

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